Envejecido en botas que han contenido Pedro Ximénez Sherry durante al menos 12 años, este gran reserva tiene un sabor suave, redondo y untuoso.
Color: Topacio ambarino con ribetes dorados, brillante y muy luminoso.
Aroma: De gran complejidad, especiado, con notas de frutas pasas, dulces de vainilla, miel, tofe y aromas de madera noble.
Sabor: Suave y aterciopelado con cierta untuosidad, calidad y redondo, con notas de chocolate negro.
Retrogusto: De final largo, persistente y con profundos matices de madera.